EL PROBLEMA
Tengo un problema imposible de resolver. Probablemente tú lo tengas también. Si manejas tu propia página de Internet y tienes correo electrónicos atados a tu dominio, probablemente recibes correos basura y seas víctima de un “Eric Jones”.
Probablemente “Eric Jones” no sea ni siquiera su nombre real. Sencillamente se trata de un “spammer” que inunda diariamente todas mis direcciones de correo electrónico con el mismo mensaje, sin que yo pueda hacer nada al respecto. Lo que no entiende este estúpido es que el odio visceral que desarrolla entre las personas que recibimos esos correos basura va a contrapelo de sus aspiraciones comerciales. Por eso su gestión me parece una estupidez.
Piénsalo por un momento. ¿Si tu gestión genera ira entre las personas a las que te propones venderle no te parece una estupidez?
CÓMO SEPARAR LOS CORREOS BASURA DE LOS BONAFIDE
Todo el que se desempeñe en la Internet con fines comerciales sabe que necesita tener un “spam filter”. Un “spam filter” es una aplicación que examina cada correo que recibes, determina cuáles son bonafides y coloca los correos basura en la papelera. Si eres usuario de Macintosh, como yo, el mejor se llama SpamSieve. Olvídate de su aspecto primitivo. Sencillamente es el mejor.
SpamSieve funciona con un concepto sencillo de listas blancas y listas negras. Al comienzo todo está en la lista blanca, con la excepción de una serie de organizaciones conocidas que se dedican a enviar correos basura. A medida que usas la aplicación le vas “enseñando” cuáles direcciones deben ir en cada lista. Cuando no objetas un correo pasa automáticamente a la lista blanca y cuando sí lo objetas lo haces mediante el comando de “train as spam”. De ahí en adelante los correos basura provenientes de esa dirección pasan directamente a la papelera.
SpamSieve funciona muy bien. Cada mañana elimina entre 70 y 100 correos basura. A lo largo del día elimina entre 200 y 300 más.
El problema surge cuando los correos basura provienen de una de nuestras propias direcciones de correo. Esto hay dos maneras de lograrlo. La primera, y más difícil, es yendo al formulario de la página y pegando el contenido manualmente. La segunda, y la más fácil si se sabe lo que se está haciendo, es mediante el método de “spoofing”. El término “spoofing” se refiere a cuando una persona en la Internet asume la identidad de otra. En otras palabras, yo te envío un correo y lo hago parecer proveniente de Joe Biden, en la Casa Blanca. Créeme, es más fácil de lo que la gente piensa.
La realidad es que la dirección de procedencia de un correo electrónico —la que ve el que lo recibe— nos dice muy poco de su verdadera procedencia. Afortunadamente existen maneras de conocer la verdadera procedencia y están explicadas en detalle en mi serie “Con Ese Cuento A Otra Parte”. Pero ese no es el problema que nos ocupa hoy. Además, el grueso de la gente ha demostrado que no le importa si le roban la identidad, le vacían las cuentas de banco, le preñan las tarjetas de crédito o los desacreditan en la Internet. Todo eso le sucede a “otra gente”.
El problema aquí es que los “spam filters” son incapaces de diferenciar entre correos bonafides provenientes de una dirección de correos que esté en la “lista blanca” y correos de spammers que estén haciendo un “spoofing” de esa misma dirección. Y aún cuando lo pudieran lograr a nivel de dirección de IP, las personas que envían este tipo de SPAM también son capaces de alterar su dirección de IP cuantas veces quieran.
Quisiera decirte que tengo la solución a este problema pero ese no es el caso. “Eric Jones” me tiene harto. Lo que es peor, se lo he hecho saber varias veces y no le importa.
MEDIDAS MÁS SEVERAS CONTRA LOS CORREOS BASURA
La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos tiene una dirección de Internet para reportar fraude por Internet, pero tienen que ser casos que involucren dinero. El Departamento de Justicia Federal también tiene una dirección de Internet, pero también es para casos que involucren fraude o violaciones de ley.
Cuando el contenido no parece malicioso puedes reportarlo directamente a Google, siempre y cuando el correo contenga una dirección de contacto que no sea la tuya propia. Si no, le estarás diciendo a Google que eres un “spammer” y créeme, tú no quieres hacer eso. Además, vas a necesitar una cuenta de Google para usar este servicio.
También puedes registrarte con SPAMCOP. SPAMCOP es una organización que identifica a personas que envían correos basura y le bloque la dirección a nivel de IP. Al igual que en el caso de Google, este servicio va a ser útil siempre y cuando el correo contenga una dirección de contacto que no sea la tuya propia.
SPAMCOP trabaja con los principales proveedores de Internet. Una vez SPAMCOP bloquea una dirección de Internet sus correos basura no llegan a ninguna parte. Tampoco recibe correos. Claro, si los correos basura llegan provenientes de tu dirección de contacto no los vas a poder detener, pero al menos le asestarás un golpe al corazón cuando le inhabiliten su dirección de correo.
PASOS PARA ENFRENTAR LOS CORREOS BASURA
No todos los correos basura no son iguales. De hecho, podríamos decir que la definición de un correo basura es un correo “no deseado”. Pero eso no lo hace fraudulento o mal intencionado. Sencillamente es un correo que preferiríamos no recibir.
El CAMSPAM Act de la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos regula la práctica de enviar correos electrónicos de índole comercial. El mismo se estableció en el año 2003, bajo la presidencia de George W. Bush, para tratar de controlar el uso desmesurado e irresponsable de este medio de comunicación electrónica.
El CAMSPAM Act establece los siguientes requerimientos a la hora de enviar correo electrónico con fines comerciales:
- Se prohibe el uso de cabezales falsos o engañosos. Siempre deben incluir la dirección de procedencia y el nombre de la persona que envía el correo.
- El propósito debe estar claro. Debe ir de la mano con el contenido del mensaje.
- El correo debe hacer claro que se trata de un anuncio o una gestión comercial.
- El correo debe proveer una opción clara para solicitar ser removidos de la lista.
- El remitente debe actuar con celeridad en remover aquellas personas que no deseen permanecer en la lista.
- El ente comercial será responsable de lo que otros hagan en su nombre. Siempre y cuando medie un contrato entre una empresa y la persona que envía los correos basura la compañía contratante será responsable de las acciones del tercero.
Como tantas otras piezas de legislación, el CAMSPAM Act es ignorado en gran medida por los autores de correos basura y desconocido por parte de aquellos que los reciben. Pero, como cualquier otra legislación ligada al gobierno federal, las penalidades son severas y el mal rato va a ser grande.
Por eso, lo mejor es no convertirse en un “Eric Jones”. Sencillamente no vale la pena. De primera instancia puede que parezca que te estás saliendo con la tuya, pero a la larga las consecuencias de enviar correos basura son nefastas.
En primer lugar es ilegal. Y como todo lo ilegal va a llegar el día en que los agentes toquen a tu puerta. Pero hay más. Es una estupidez. ¿De qué te vale enviar miles de mensajes diarios, a la misma gente, y cultivar un ambiente de odio, desprecio e ira profunda? ¿De verdad piensas que te van a comprar algo dentro de un ambiente tan tóxico?
¿Acaso eres morón?
LA MANERA CORRECTA
Vengo desarrollando listas desde antes que existiera la Internet. Sí. Antes se usaba algo llamado el correo de los Estados Unidos. Yo enviaba miles de tarjetas postales anualmente. Mi esposa, mis hijos y yo no reuníamos alrededor de la mesa a pegar sellos y estampillas de direcciones. Luego las llevaba al correo y le echaba la bendición. Cuando llegó la Internet comencé a usar el correo electrónico. Pero, mis correos nunca han sido basura.
¿Por que?
Primero, mis correos van a personas que se han registrado en mis listas.
Segundo, se limitan a temas que vayan de la mano con la lista concernida. Por ejemplo, los correos que le envío a la lista de Puerto Rico By GPS sólo tienen que ver con turismo en Puerto Rico. Nunca intentaría venderle una crema para el acné o un servicio de contabilidad.
De igual manera, los correos que le envío a la lista de Hablando De Tecnología sólo tienen que ver con tecnología, no con muebles, viajes o planes médicos.
Tercero, mis correos siguen al pie de la letra las regulaciones establecidas en el CAMSPAM Act, especialmente la de proveer un enlace “opt-out” para aquellas escasas personas que no quieran permanecer en mi lista.
¿Y sabes lo que ha demostrado mi experiencia? Son más las personas que se unen a mi lista que las que piden ser removidas. ¿Sabes por qué? Porque no abuso mis listas.
Y eso me lleva a la cuarta y más importante razón. Porque me ciño al sentido común, aunque mi difunta madre dijera que “es el menos común de los sentidos”. Puesto en palabras que todos entienden: “si a mí me molesta recibir mierda, por qué se la voy a enviar a los demás”. Puede que suene prosaico pero es la “purita” verdad. Nunca vamos a lograr nada positivo enajenando a la gente.
“Eric Jones”, o como diablos se lame, tiene una “esquinita” en mi corazón. Es la esquina donde pongo aquello que detesto. Mal sitio para estar si nuestro objetivo es vender.
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©2021, Orlando Mergal, MA
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El autor es Experto En Comunicación Corporativa (Lic. R-500),
Autor de más de media docena de Publicaciones de Autoayuda
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