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Todos los días se escuchan los lamentos. Puerto Rico está “chava’ó”. Debemos hasta la camisa. El futuro de nuestros hijos está allende los mares. Las soluciones a nuestros males dependen de otro. La claudicación parece total.
¿Pero saben qué? No es total nada. En medio del pesimismo y la apatía, hay puertorriqueños que están construyendo una patria paralela. Hay gente que se niega a que le impongan soluciones a la conveniencia de otros. Hay hombres y mujeres que se niegan a que se destruya su entorno en aras de soluciones ilusorias. Hay boricuas que están creando su propia realidad.
Como les dije a comienzos de enero, este año me he propuesto hacer cosas distintas. Y ayer comencé en ese proceso. Monté mi estudio portátil y mis cámaras a la guagua todoterreno y me fui por las montañas de Adjuntas a explorar un proyecto singular en Puerto Rico.
Adjuntas es un pueblito del centro sur de Puerto Rico en el que hace 35 años se intentó arrancarle el corazón mismo a nuestra Isla en aras de un proyecto minero. De no ser por la tenacidad y el compromiso social de un grupo de puertorriqueños —que hoy en día se conoce como Casa Pueblo— ahora lo que habría en pueblos como Adjuntas, Utuado, Lares, Jayuya y el norte de Ponce sería devastación, contaminación y miseria.
Así las cosas, ayer Zoraida y yo llegamos hasta el pueblo de Adjuntas para conversar con Alexis Massol González y Awilda Fuentes Mercado. Conversar con estas personas es una experiencia en sí misma. El ingeniero Massol no es el típico tecnócrata que se empeña en cubrirlo todo de concreto. Al contrario, es un hombre que destila paz interior y un empeño por vivir en armonía con la naturaleza que le rodea.
Awilda, por su parte, es la persona que coordinó nuestra visita y recibe a los visitantes que llegan a Casa Pueblo. Su conocimiento del proyecto, y el nivel de detalle con el que cuenta cada uno de los logros y virtudes de la organización, son verdaderamente asombrosos.
Si piensas que un proyecto de solidaridad comunitaria no tiene nada que ver con tecnología te equivocas. Allí la tecnología está por dondequiera; desde la emisora de radio por la que difunden constantemente su mensaje de autogestión y autosuperación hasta su siembra hidropónica, su proyecto de energía solar, su estación metereológica y su bosque escuela.
Casa Pueblo es un proyecto de autogestión como hay pocos en el mundo, y está aquí mismito en Puerto Rico, en un pequeño pueblo llamado Adjuntas.
A menudo los puertorriqueños caemos presa de aquello de que “la grama del vecino siempre se ve más verde”, cuando las soluciones están aquí mismo bajo nuestros pies. Te exhorto a escuchar esta entrevista DETENIDAMENTE porque hay enseñanzas tanto en lo que se dice como en lo que no se dice. Lo importante es que prestes mucha atención.
ENLACES:
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©2017, Orlando Mergal, MA
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El autor es Socio Fundador de Accurate Communications,
Licenciado en Relaciones Públicas (R-500), Autor de más
de media docena de Publicaciones de Autoayuda, Productor
de Contenido Digital y Experto en Comunicación Corporativa.
Inf. 787-750-0000 • 787-306-1590